El día 24 de enero, a las 19h el Centro Artístico y
Literario de Granada nos permitió, de nuevo, reunir a un singular grupo de
personas que acudieron a saber algo más sobre mi nueva novela, Noches en Bib-Rambla. La sala no pudo acaparar el total del
público, que hubo de conformarse con seguir el acto en los pasillos. Agradezco
a todos aquellos que, pacientemente, estuvieron en esta situación que esperaran
el final, que fue un poco más largo de lo esperado. Cuando se escribe novela
histórica ocurren cosas como estas, que reúnes en un mismo espacio a
historiadores, arquitectos, profesores, periodistas, escritores y lectores,
unidos por un interés común que es el de conocer la historia de Granada. Me sentí
arropada y sobre todo me sentí granadina, me sentí en mi tierra y con mis amigos. No he
visto público más entregado que el granadino cuando se habla de Granada. Para
él escribo y seguiré haciéndolo.
Debo dar las gracias a Blanca Rosa Roca por haberme
permitido acercarme a esta tierra un poco más; ya la tercera vez después de
Sueños del Albayzin y Guardianes de la Alhambra. Todavía recuerdo cuando llegué
a la ciudad con una maleta llena de libros para distribuir por las librerías y
ahora he de manifestar el buen hacer de Rocaeditorial, con su edición
maravillosa de Noches en Bib-Rambla, su diseño y cuidado a cargo de Cristina
Hernández Johansson. Sé bien que esto no es fácil, tal y como está el mercado
editorial, la crisis y la competencia que existe en un mundo amenazado por el
libro electrónico y los juegos de ordenador.
Gracias por tanto al equipo editorial de Roca y su responsable de
prensa, Silvia Fernández.
Esta presentación no habría sido igual sin Remedios Sánchez,
conocida por sus propios méritos en Granada, le agradezco su apoyo continuo (a
veces inmerecido por mi parte); ni tampoco sin Pedro López de la Fundación Albayzin con el
que comparto el amor inmenso por una ciudad que aún necesita de guardianes
románticos.
Desde Córdoba viajó Alfonso Cost para estar conmigo y
ofrecerme un regalo singular, un video promocional de la novela que reproduzco
en este blog y que es reflejo de su
generosidad como persona y de su sensibilidad como escritor.
Tampoco quiero olvidarme de los asistentes (me era casi imposible distinguirlos desde mi
posición): Javier Moya, José Manuel
Gómez-Moreno Calera, Antonio Orihuela, Ana Carreño, Ana Morillas, la familia
Seco de Lucena, César Girón, Barrios Rozúa, Fernando Acale, Ángeles Jiménez
Vela y Luis, Javier Guillén y familia, Antonio Molina y familia,…en fin, muchos
otros a los que no pude saludar y nuevos amigos que se acercaron para hablarme
con cariño.
No quiero olvidarme tampoco de la generosidad de Francisco
Gil Craviotto y de José Antonio Mesa Segura, que me regalaron una entrañable
tertulia, de la que disfruté sobradamente por abrirme nuevos caminos por los
que discurrir en el futuro y que desembocarán, sin duda, en una novela.
Gracias a todos.