La tarde en la librería La
Regenta fue sorprendente. El local , con
Marisa Larrú al frente, su familia y sus compañeros, se desbordó. Amigos,
escritores, nuevos lectores…escucharon pacientemente de pie la exposición de Miguel Á. Zapata (autor de
Esquina inferior del cuadro y Baúl de prodigios) sobre mi novela Noches en Bib-Rambla.
Todos elogiaron su claridad en el diálogo y manifestaron que el debate
posterior fue ameno y entretenido. Volvía a encontrarme con amigos con los que
me separaban diez años de ausencia involuntaria y con otros estreché la relación. Mi amiga
francesa Brigite Piedfert, de vacaciones en Madrid estuvo allí, muy pronto
veremos su primer libro publicado. Joaquín Barrero, autor de La niebla herida y su amigo Manuel fueron amabilísimos y
Angelina Lamelas encantadora y sencilla. A los demás, a todos sin excepción, a
mis amigos de siempre e incluso a los que no conozco, les agradezco haberme
apoyado en este primer encuentro con los lectores madrileños. Hay que perderle
el miedo a Madrid. Hay un público para cada novela y eso lo saben muy bien los regentes de La Regenta.
Mi especial agradecimiento a Miguel
Á. Zapata y a mis familiares.