El día 21 de octubre de 2008, tuve el placer de asistir a la presentación del libro Los caballos ciegos de Mariluz Escribano en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La introducción corrió a cargo del editor Juan Pastor, la encantadora Remedios Sánchez y el erudito Gregorio Salvador.
Desde este blog recomiendo encarecidamente este libro. Es un librito de cuentos que apasiona por su delicadeza, por su ternura y sencillez. Una “escritura artística, llena de elegancia, originalidad y exquisitez” que “se ha convertido en una circunstancia poco habitual en estos días en los que se acaba poniendo negro sobre blanco hasta las mayores nimiedades”, corrobora Remedios Sánchez. Y tiene mucha razón. Estos 30 cuentos rebuscan en los sentimientos más escondidos, en nuestros recuerdos (algunos vividos y otros simplemente intuidos) pero todos reales, contados con el virtuosismo de una experta, a la que deberíamos tener como ejemplo todos y cada uno de los que nos dedicamos a escribir.
Sus cuentos me entusiasmaron y me conmovieron y cuando terminé de leerlos me pregunté si el panorama literario está preparado para este tipo de literatura, quiero decir, para la bien escrita, para la auténtica literatura, sin ánimo de notoriedad, sin petulancias, sin intenciones comerciales.
Hoy me siento optimista, pienso que siempre habrá un hueco para Mariluz Escribano así que confío en que continúe y espero pacientemente a su próximo libro.
Desde este blog recomiendo encarecidamente este libro. Es un librito de cuentos que apasiona por su delicadeza, por su ternura y sencillez. Una “escritura artística, llena de elegancia, originalidad y exquisitez” que “se ha convertido en una circunstancia poco habitual en estos días en los que se acaba poniendo negro sobre blanco hasta las mayores nimiedades”, corrobora Remedios Sánchez. Y tiene mucha razón. Estos 30 cuentos rebuscan en los sentimientos más escondidos, en nuestros recuerdos (algunos vividos y otros simplemente intuidos) pero todos reales, contados con el virtuosismo de una experta, a la que deberíamos tener como ejemplo todos y cada uno de los que nos dedicamos a escribir.
Sus cuentos me entusiasmaron y me conmovieron y cuando terminé de leerlos me pregunté si el panorama literario está preparado para este tipo de literatura, quiero decir, para la bien escrita, para la auténtica literatura, sin ánimo de notoriedad, sin petulancias, sin intenciones comerciales.
Hoy me siento optimista, pienso que siempre habrá un hueco para Mariluz Escribano así que confío en que continúe y espero pacientemente a su próximo libro.